Con Timon Ballon, chef del restaurante Sugarcane |
Miami se ha abierto como nunca antes a las sorpresas culinarias, con la única condición de que la creatividad se atenga a la cocina con raíces y resista la tentación fácil de confundir al comensal con alambicadas elaboraciones en las que cabe todo.
La supervivencia de los establecimientos en esta ciudad es un ejercicio de funambulismo culinario delicado, duro, ante un público poco proclive a confiar su bolsillo al arte de la prestidigitación y otros trucos gastronómicos.
Por eso, pese a la abundante oferta de restaurantes de sello y origen culinario tan diverso (latinoamericano y caribeño, contemporáneo estadounidense y europeo) la creatividad se ejecuta, en general, a base de cautas dosis de audacia.
El restaurante Sugarcane ha atraído desde que abrió sus puertas en 2011 a numerosos gourmets y una legión de aficionados deseosos de disfrutar de la cocina original, desenfadada y sutil de Timon Balloo, reconocido maestro de origen caribeño (Trinidad y Tobago).
Sandía con queso de cabra, kimchee y sesame. |
Sugarcane ha sabido explotar el renglón variado y divertido de las tapas, de las pequeñas raciones, y lo hace en sus tres cocinas dispuestas en áreas diferentes, dos de ellas a la vista del público: la parrilla de carbón japonés ("robata") y el mostrador de marisco y ostras ("raw bar").
"El menú de Sugarcane es global y se inspira en la idea de las tapas (oferta 24), siempre con los productos de temporada, los aromas, sabores e ingredientes del mercado", me comenta el caribeño Timon Balloo, quien combina hábilmente ingredientes de todo el mundo en su cocina.
No hay que perderse tampoco en el sofocante verano subtropical de Miami las vieiras (scallops) selladas con puré de maíz, ragú de alubias y bacon que confecciona Balloo, volcado en combinar técnicas e ingredientes de Iberoamérica, el Caribe y Asia.
Vieiras (scallops) selladas con puré de maíz, ragú de alubias y bacon |
la sorprendente tapa de cochinillo con ensalada de melocotón y una salsa de arce "demi-glace" |
"El público repite una y otra vez los mismos platos cuando vuelven", me dice el chef de Sugarcane, entre otros el arroz frito con foie gras a la plancha, pato desmenuzado y kecap de maní (una salsa dulce de Indonesia parecidas a la de soja) o el confit de pato y gofre (waffle) con huevos de pato y mostaza de arce.