Crema catalana cubierta con una crujiente capa de azúcar caramelizada. |
Mi debilidad por la golosa crema catalana es absoluta. Es un postre que, en estas fechas estivales, nos devuelve los sabores más caseros, fríos y festivos. Nunca cansa. Y uno se relame de placer con cada cucharada de crema untuosa, azúcar quemada y toque de canela que se lleva a la boca.
Es un dulce del recetario español tradicional muy fácil de confeccionar que se disfruta en muchísimos hogares y que cuenta con numerosas variantes.
La que sigue es muy sencilla y se atiene a la esencia de la fórmula catalana. Espero que os animéis en estas fechas a preparar crema catalana, eso sí, siempre está más rica servida en cazuelitas de barro clásicas.
Ingredientes para 4 personas:
1/2 litro (1 libra) de leche, 1 ramita de canela, 1/2 piel o cáscara de limón ( sin la parte blanca, que amarga), 4 yemas de huevo, 150 g. (5 onzas) de azúcar, 30 g. (1,5 onzas) de harina refinada de maíz (maizena).
Elaboración:
1. Pelamos el limón y echamos la piel o cáscara (sin la parte blanca) en una olla con 1/2 litro de leche y una ramita de canela en trozos.
2. Encendemos el fuego a medio gas hasta que rompa a hervir.
3. Mientras, separamos las clara de las yemas de los cuatro huevos. Echamos las yemas en un cuenco. Las batimos con una varilla y vamos vertiendo el azúcar hasta que quede bien mezclado. Debe pasar de un color blanquecino a otro más bien naranja.
4. Aparte, mezclamos la harina de maíz (maizena) con un poco de leche fría.
5. Al romper a hervir la leche, retiramos la olla y colamos la leche en dos tandas: vertemos la mitad de la leche a través del colador y batimos con la varilla y echamos el resto. Seguimos batiendo hasta que quede bien mezclada la leche. Tiramos la canela y la corteza de limón que quedó en el colador.
6. Vertemos por el colador la harina disuelta en la leche y mezclamos a fondo con la varilla.
7. A continuación, reincorporamos la leche a la olla y la ponemos otra vez a fuego medio y removemos sin parar unos 5 minutos, hasta conseguir el espesor deseado. Debe quedar untuosa, cremosa, algo espesa, pero no en exceso.
8. Retiramos la crema y la vamos volcando sobre las cazuelitas dispuestas. Dejamos que se enfríe a temperatura ambiente y luego las metemos en el refrigerador al menos una hora.
9. A la hora de servirlas, las cubrimos de azúcar blanca y quemamos la capa para que quede caramelizada, crujiente. Podemos quemar el azúcar con un soplete pequeño y con una plancha especial.
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