Para una cena íntima con velas, nocturnidad y alevosía. |
Dice una leyenda urbana que era costumbre de las chicas de vida alegre de Nápoles preparar este plato de pasta sencillo y apetitoso, entre cliente y cliente.
Es un clasicazo que apunta maneras erótico-festivas, perfecto para una cena íntima en casa, a la luz de las malas intenciones (que son siempre las buenas) y las velas.
Ingredientes:
200 gramos de pasta de tubos anchos y grandes (rigatoni), 3 tomates maduros, 2 cebolletas o una cebolla, 1 diente de ajo, chile o ají seco en arandelas picante (o guindillas al vinagre), 5 buenas anchoas en conserva de aceite de oliva, aceitunas negras sin hueso, queso parmesano, un chorro de vino tinto, aceite de oliva, sal.
Elaboración:
1. Quitamos la piel a los tomates y los troceamos. El método más sencillo es hacerles una cruz con un cuchillo en la base y sumergirlos unos segundos en agua hirviendo. La piel se desprenderá muy fácilmente.
2. Picamos la cebolleta bien fina y el diente de ajo.
3. A continuación, sofreímos los ajos y la cebolleta en una sartén con aceite de oliva y, a los 5 minutos, agregamos el chile picante (o cayena o "pepper crushed") y las anchoas. Dejamos que se deshagan las anchoas.
4. Cuando están deshechas las anchoas, incorporamos el tomate troceado y removemos con la espátula de madera y vertemos el chorro de vino tinto y dejamos reducir unos minutos.
5. Finalmente, echamos las aceitunas negras sin hueso y cortadas en aros, removemos y retiramos del fuego.
6. En una olla grande con abundante agua hirviendo echamos la pasta, agregamos sal y dejamos unos 14 minutos, hasta que quede "al dente". Escurrimos el agua.
7. En un plato hondo servimos la pasta, espolvoreamos con perejil fresco y echamos por encima tres cucharadas de salsa, rallamos parmesano fresco por encima... y a comer. (Un toque de albahaca y unas pocas alcaparras resulta muy de "puttanesca").
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