Deliciosas croquetas caseras de béchamel con pavo. |
He aquí una receta para los que no profesáis
antipatía por el pavo asado y queréis sacar partido a las sobras (que no
desperdicios) sin recurrir a los trillados sandwiches.
¿Se os ocurre algo mejor que unas cremosas
croquetas caseras de bechamel con pavo? A mí tampoco.
YA SABÉIS QUE JAMÁS SE DEBEN
TIRAR LAS SOBRAS DE LA COMIDA (OTRA COSA SON LOS DESPERDICIOS).
Ingredientes:
l litro de leche, 120 gramos de
harina, sobras de pavo cortadas en trocitos, 1 cebolla, 1 huevo, mantequilla,
sal, pan rallado, pimienta blanca, nuez moscada.
Procedimiento:
1.- Cortamos las sobras del pavo en
taquitos pequeños.
2.- En una cazuela a fuego manso vamos fundiendo un trozo de
mantequilla (que no se queme) y removemos con una espátula de madera. Agregamos
la cebolla muy picada y cuando veamos que transparenta la cebolla (pochada) añadimos
los trocitos de pavo y continuamos removiendo.
4.- Entonces comenzamos a verter la leche muy
caliente (si está hirviendo major) poco a poco, con cuidado, para que no se queme o
pegue la pasta.
5.- Echamos una parte de la leche y removemos con la espátula o
cucharón fuera del fuego. Seguimos
echando la leche.
(Se trata de mezclar bien a fondo todos los ingredientes. El truco consiste en no parar de mover con la espátula de madera. Si no podemos controlar el fuego, es mejor que apartemos un poco la cazuela y removamos fuera de vez en cuando)
6.- Seguimos echando la leche muy caliente y removiendo sin parar hasta que se mezcle bien a fondo la pasta resultante, sin grumos.
8.- Removemos un poco más y, cuando la pasta ya esta consistente, la sacamos, depositamos en un bol o cuenco y cubrimos la pasta de bechamel con film plástico transparente. Debe quedar bien tapada.
9.- Una vez tapada la bechamel, como si fuera una bola, la guardamos en el frigorífico hasta el día siguiente.
10.- Al día siguiente, extendemos algo de harina en la superficie de la mesa de la cocina, echamos un pedazo de la masa de bechamel y ayudándonos de las manos le damos forma alargada dando vueltas a la pasta, de manera que quede como un rollo alargado.
11.- Cortamos el rollo según el tamaño deseado, mejor en piezas pequeñas, y las damos forma redonda o alargada con las manos.
12.- Una vez dada la forma a cada croqueta, las pasamos por harina,
huevo y pan rallado, por este orden.
13.- Finalmente, las echamos a freír en una sartén con
abundante aceite bien caliente. Las doramos por todos los lados con cuidado de no quemarlas y las
pasamos a un papel absorbente. Y listas y crujiente para comer.